El presidente, Javier Milei, pronunció su primer discurso desde su asunción al frente del Poder Ejecutivo. Después de la ceremonia de jura y el traspaso de los atributos de mando frente a la Asamblea Legislativa, el flamante mandatario se ubicó en las escalinatas del Congreso de la Nación para dirigirse a sus simpatizantes.
La concentración en la Plaza del Congreso se produjo desde el inicio de la jornada y mientras se cumplía el protocolo previsto por la Constitución Nacional. En los días previos, Milei había anticipado que no hablaría frente a los legisladores e invitados presentes en el edificio parlamentario, sino de cara a su electorado.
"Hoy comienza una nueva era en Argentina. Hoy damos por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive, y comenzamos el camino de la reconstrucción de nuestro país. Los argentinos, de manera contundente, han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno. No hay vuelta atrás, hoy enterramos décadas de fracaso, peleas intestinas y disputas sin sentido", expresó el nuevo Jefe de Estado.
En esa línea, proyectó el inicio de un periodo "de paz y prosperidad, crecimiento y desarrollo, libertad y progreso". A continuación, recordó la sanción de la Constitución Nacional de 1853, y definió que entonces "decidimos como pueblo abrazar las ideas de la libertad", y reivindicó el modelo aplicado hasta inicios del siglo XX.
"Durante más de 100 años, los políticos han insistido en defender un modelo que lo único que genera es pobreza, estancamiento y miseria, y que los ciudadanos existen para servir a la política, y no que la política existe para servir a los ciudadanos", expresó.
Primeras definiciones económicas
En el primer tramo de su alocución, el líder de La Libertad Avanza sostuvo que "no hay solución alternativa al ajuste", y apuntó a la gestión económica del gobierno saliente.
"Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros. El kirchnerismo, que en sus inicios se jactaba de tener superávits gemelos, hoy nos deja déficits gemelos por 17% del producto bruto interno (PBI), de los cuales 15 corresponden al déficit consolidado entre el Tesoro y el Banco Central. Por lo tanto, no existe solución viable en la que se evite atacar al déficit fiscal", planteó el Presidente.
Balance en seguridad y salud
Por otra parte, Milei reiteró que "la situación es crítica y de emergencia", por lo que el país "exige acción inmediata".
"En materia de seguridad, Argentina se ha convertido en un baño de sangre. Los delincuentes caminan libres mientras los argentinos de bien se encierran tras las rejas. El narcotráfico se apoderó lentamente de nuestras calles, a punto tal que una de las ciudades más importantes de nuestro país ha sido secuestrada por los narcos y la violencia", señaló.
Ante esa situación, propuso: "Se acabó con el 'siga, siga' de los delincuentes; el que las hace, las paga". Acto seguido, apuntó a las manifestaciones y los cortes de tránsito: "el que corta, no cobra", advirtió, en referencia a los programas de asistencia social.
En materia de educación, dijo que "solo el 16% de nuestros chicos se reciben en tiempo y forma en la escuela". En cuanto a la salud, dijo: "Los hospitales están destruidos, los médicos cobran miseria y los argentinos no tienen acceso a salud básica".
Por último, se dirigió a la oposición: "No venimos a perseguir a nadie", aseguró. "No pedimos acompañamiento ciego, pero no vamos a tolerar que la hipocresía, la deshonestidad o la ambición de poder interfieran con el cambio que los argentinos elegimos", remarcó.
"Aquellos que quieran usar la violencia o la extorsión para obstaculizar el cambio, les decimos que se van a encontrar con un presidente de convicciones inamovibles, que utilizará todos los resortes del Estado para avanzar en los cambios que nuestro país necesita", concluyó el primer mandatario.