La Policía baleó a un joven de 17 años: está en estado crítico
La madre del adolescente baleado por la Policía de la Ciudad en Barracas, dialogó con IP Noticias sobre la gravísima situación en la que se encuentra su hijo, Lucas González, que permanece internado, en estado de gravedad. "Lucas está mal, el daño del balazo es irreversible. Lo único que me lo puede salvar es un milagro", indicó Cinthia.
Además, la mujer desmintió la versión policial que indicó supuestos disparos iniciales desde el vehículo en el que viajaban Lucas junto con tres amigos. "Él venía de entrenar, no era ningún delincuente, no quieran implicarlo en nada. La policía sabe muy bien lo que hizo y no voy a parar hasta que los responsables paguen por lo que hicieron en la Justicia", explicó.
¿Qué dice el último parte médico?
El parte médico de Lucas González indica que "su condición neurológica es crítica". La información fue otorgada por las autoridades sanitarias del Hospital de Alta Complejidad "El Cruce Néstor Kirchner" de la localidad de Florencio Varela, donde el joven permanece internado. Además, el parte médico indicó que el adolescente baleado presenta "deterioro neurológico agudo secundario a herida penetrante, aparentemente causada por proyectil de arma de fuego" y que en estos momentos está "recibiendo soporte artificial de funciones vitales".
Confirmaron el sumario administrativo de los policías
El Ministerio de Seguridad de la Ciudad confirmó la apertura de un sumario administrativo interno contra los cuatro policías que participaron del supuesto caso de gatillo fácil contra Lucas González. Fuentes policiales indicaron que los agentes también fueron separados preventivamente de las tareas operativas.
Según detalló a Télam la abogada que representa a los jóvenes, Lorena Blanco, el joven baleado “tiene muerte cerebral” y en las próximas horas los otros tres adolescentes que fueron perseguidos por la policía serán llamados a declarar. Sobre la causa, aseguró que aún no hay ningún detenido y que el expediente está por el momento caratulado como “averiguación de ilícito”. La investigación está a cargo del juez de Menores Alejandro Cilleruelo, magistrado que este jueves dispuso la liberación de los tres amigos de González.
¿Qué pasó con Lucas González?
El adolescente Lucas González volvía de entrenar junto con tres amigos en el barrio de Barracas. Todos se desplazaban en un vehículo particular, cuando fueron interceptados por agentes de civil de la Policía de la Ciudad que quisieron identificarlos. La versión policial indicó que los jóvenes huyeron, lo que desencadenó una persecución que terminó con las fuerzas de seguridad abriendo fuego sobre el auto. Según el relato policial, una de las balas de la policía dio en la cabeza de Lucas, que primero fue llevado de urgencia al Hospital Penna y luego trasladado al Hospital El Cruce, en estado de alta gravedad.
Aun así, el relato policial difiere de lo que asevera la familia del adolescente, que denuncia el hecho como un caso de "gatillo fácil". "Ellos se fueron temprano a entrenar a Barracas a las ocho de la mañana. A eso de las nueve estaban volviendo porque había terminado la prueba de fútbol en el club. Lucas no tenía armas, soy su madre y pongo las manos en el fuego por él", explicó Cinthia a IP Noticias.
¿Un caso de gatillo fácil?
La madre del adolescente denunció que el parte médico del Hospital Penna no coincidió con el informe médico que le dieron en el Hospital El Cruce. "En el Penna me habían dicho que tenía un solo disparo, que estaba estabilizado, pero ahora me enteré que mi hijo tiene dos disparos y que su situación es muy grave. Quisieron ocultarme la verdad", dijo Cinthia. "Esto fue un caso de gatillo fácil. No tiene que quedar en la nada", aseguró. Y pidió que los medios la ayuden a "viralizar" lo que pasó para que los responsables "paguen lo que hicieron" con su hijo. Lucas González es jugador de Barracas Central, mientras que los tres amigos que estaban al momento del hecho son jugadores de las inferiores de Independiente.
Por su parte, los amigos de los adolescentes apoyaron a la familia y desmintieron la versión policial. Según les contaron los propios jóvenes, cuando los efectivos de civil quisieron frenarlos para identificarlos, se asustaron porque pensaron que les iban a robar y trataron de escapar. Dos salieron del auto - un Volkswagen Suran azul- y corrieron, otros dos quedaron en el vehículo y el que conducía aceleró. Los policías balearon el auto por detrás.