Marcelo Macarrón declaró en el juicio por jurados que lo tiene como único acusado por el femicidio de su esposa, Nora Dalmasso, en 2006. El viudo está imputado por ser el presunto instigador del asesinato de Nora, y en la entrada a los Tribunales de Río Cuarto declaró que el juicio le parece un "mamarracho". También declararán tres testigos. Dos vecinos del barrio privado de Río Cuarto donde vivía Nora Dalmasso con su familia y un policía que fue a esa vivienda tras el hallazgo del cuerpo de la mujer.
La causa elevada a juicio por el fiscal Luis Pizarro, lo tiene acusado del delito de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”. El viudo también dijo sentir "mucha angustia" por el inicio del juicio y consideró que "es muy difícil" que el crimen de su esposa pueda esclarecerse a 15 años de ocurrido.
"Estoy destruído. Pensé varias veces en suicidarme", declaró Marcelo Macarrón ante los camaristas. Y agregó:
"No me siento bien. Son muchos años de calvario, 15 años que no se terminan más. Yo me quise someter a esto para que se terminaran tantas mentiras que se habían dicho. Soy un hombre de bien, mi familia es una familia de bien"
Qué dice la familia de Nora Dalmasso
Por otra parte, Facundo (33) y Valentina (30), los hijos de Macarrón y Dalmasso apoyaron a su padre y lo defendieron de la acusación por el crimen de su madre. Tanto Valentina como Facundo indicaron que cuando sea su turno de declarar presentarán pruebas que la Justicia "nunca investigó" sobre un sospechoso de haber asesinado a la víctima. “Hemos aportado un montón de pruebas sobre el sospechoso del crimen que nunca se valoraron ni se investigaron”, dijo Valentina sobre la persona que apuntan como el autor del crimen, y remarcó que su papá es “inocente”.
La hipótesis del fiscal
Para el fiscal Pizarro, el asesino “ordenó la escena con la finalidad de simular un hecho de índole sexual, tras lo cual se retiró del lugar, sin dejar rastro alguno de su persona”. Según su hipótesis, el viudo habría contratado a un sicario para matar a su esposa a raíz de "desaveniencias económicas". Macarrón siempre sostuvo ser inocente y argumentó que al momento del crimen él se encontraba en la ciudad uruguaya de Punta del Este, donde disputó y ganó un torneo de golf junto a unos amigos.
La fiscalía sostiene que Macarrón es el único autor intelectual de la muerte de su exesposa, ya que nunca se pudo identificar ni detener al o a los presuntos sicarios. El delito por el que se lo acusa podría tener una condena a prisión perpetua.
El juicio contra Macarrón
El juicio se desarrollará durante dos semanas y a través siete audiencias. En el banquillo de los acusados estará Marcelo Macarrón. Entre los testigos estarán Facundo y Valentina Macarrón, hijos de la víctima y el presunto autor intelectual del crimen.
Facundo Macarrón es miembro diplomático y llegó a Argentina para atestiguar. En este marco, declaró ante la prensa:
"Vinimos a acompañar a papá y a declarar como testigos. Confiamos en que todo saldrá bien y que, tanto los jueces como el jurado popular, dictarán una sentencia justa que contemple la inocencia de mi padre. Este es un proceso lleno de irregularidades, que lleva más de 15 años sin saber quién fue el asesino de mi mamá".
El proceso judicial contará con tres jueces técnicos encargados de dictar la sentencia y con ocho jurados que determinarán la culpabilidad o inocencia de Marcelo Macarrón.
Qué pasó con Nora Dalmasso
En la madrugada del 25 de noviembre de 2006, Nora Dalmasso fue hallada asesinada en su casa, en un barrio cerrado de Río Cuarto, con signos de asfixia por estrangulamiento y su cuerpo semidesnudo. A partir de esto y durante más de un década, la Justicia barajó distintas hipótesis, desde un crimen durante un juego sexual, un abuso sexual seguido de muerte, un femicidio y un asesinato por encargo.
Esta última es la principal sospecha del fiscal: el médico "le suministró (al sicario) información del movimiento de la casa y presumiblemente le entregó un juego de llaves" para entrar. De acuerdo al expediente, el agresor especializado se encargó de sexualizar la escena del crimen para hacer creer a la opinión pública que hubo un encuentro sexual previo al homicidio.