La vacuna contra el Chagas desarrollada por la UBA empezará a probarse en humanos
La Universidad de Buenos Aires (UBA) llegó a la etapa final del desarrollo de la vacuna Cruzivax, que servirá para la prevención y tratamientos de inmunización contra la infección conocida como mal de Chagas. El inoculante de aplicación nasal ya se encuentra listo para iniciar la fase de prueba en humanos. La enfermedad afecta a entre 6 y 8 millones de personas en el mundo.
"Esperamos que Cruzivax nos permita desarrollar una estrategia de vacunación profiláctica y otra terapéutica eficaz para proteger de la infección o mejorar la evolución y el pronóstico de individuos que la padecen", comentó Emilio Malchiodi, investigador UBA/Conicet y profesor titular de Inmunología en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.
Malchiodi es el director del Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral de la UBA/Conicet y director del proyecto.
La vacuna contra el Chagas
Cruzivaz se aplica sin agujas, de forma nasal. De este modo, los anticuerpos aparecen en la mucosa nasal y luego en el torrente sanguíneo, en un proceso conocido como recirculación linfocitaria.
El inmunizante podrá utilizarse como prevención, pero también de forma terapéutica en casos de personas ya infectadas por el parásito que transmite la vinchuca.
Según explicaron los desarrolladores, la vacuna puede "modular la respuesta inmune y proteger de la enfermedad, tanto en solitario como en combinación con el Benznidazol, una de las drogas utilizadas en los tratamientos".
"Logramos desarrollar un antígeno vacunal por ingeniería genética a partir de porciones de tres proteínas del parásito, que resultan importantes para infectar y penetrar en las células humanas. Este antígeno quimérico, que llamamos Traspaína, en combinación con un adyuvante de última generación, demostró ser protectivo contra la infección por Trypanosoma cruzi", explicó Malchiodi.