Alberto Fernández y Axel Kicillof hablaron de un "plan de contingencia" si se desborda el sistema sanitario porteño
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, estuvieron reunidos este viernes más de dos horas para evaluar "zona por zona" la situación sanitaria del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). El foco estuvo puesto en la Ciudad: "Inentendible lo de Horacio Rodríguez Larreta negando la realidad", dijeron fuentes cercanas al presidente.
En Casa Rosada, se evaluaron varias opciones para ampliar la capacidad en la Provincia, no solo para dar respuesta a los pacientes bonaerenses, sino para "recibir la demanda creciente con el excedente de casos en Capital que ya está a pleno".
Quienes acompañaron al gobernador aseguraron que volver a la fase 1 "no es el pedido de la provincia de Buenos Aires, en este momento". Lo que reclama Kicillof es que las medidas restrictivas tomadas por el presidente se cumplan con "mayor efectividad", sobre todo en bares y restoranes que siguen abiertos, con protocolos laxos. A Alberto Fernández, además, le preocupa la demanda de oxígeno, dado que hay solo dos empresas proveedoras.
Durante el encuentro, Fernández y Kicillof, junto a algunos funcionarios de Salud como el viceministro bonaerense, Nicolás Kreplak, analizaron los datos del AMBA: camas ocupadas, proyecciones y cómo se incrementa "de manera muy acelerada".
Antes de la reunión, Kreplak había criticado al ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, porque dijo que se habían amesetados los contagios: "Esta es la situación: crítica. Muy difícil. Casos que aumentan a una velocidad nunca vista, terapias llenas y un sistema de salud muy tenso. Sin embargo empiezo a escuchar que "estamos en una meseta", publicó en su cuenta de Twitter.