Guerra de Malvinas: la mediación de EEUU que no salió como el gobierno de facto esperaba

Con la Guerra de Malvinas a punto de desatarse, la Cancillería del gobierno de facto de la Junta Militar se apoyó en Estados Unidos para reclamar la soberanía. Qué decía el canciller Nicanor Costa Méndez antes de la negociación.

La noche del 14 de abril de 1982, el entonces canciller argentino, Nicanor Costa Méndez, se preparaba para recibir la visita del Secretario de Estado de Estados Unidos (EE.UU), Alexander Haig, quien oficiaba como gestor para acercar las posiciones de la Junta Militar argentina y el gobierno británico en el conflicto por las Islas Malvinas.

Las tropas argentinas habían desembarcado en el archipiélago doce días antes y la llegada de una flota británica de 45 barcos era inminente.

En ese marco, y a horas de recibir al funcionario del gobierno de Ronald Reagan, Costa Méndez fue entrevistado por los periodistas Bernardo Neustadt y Mariano Grondona en el histórico programa político Tiempo Nuevo.

Durante poco más de 15 minutos, el diplomático le transmitió a los argentinos su confianza en la mediación estadounidense, la cual fracasaría con la caída de las negociaciones en los días siguientes.

La confianza en la mediación estadounidense

"Confío en la intervención de EE.UU. No es mediador, ellos han definido muy bien su rol: asisten a las partes a encontrar una solución", aseveró el canciller al ser consultado sobre la visita de Haig.

Costa Méndez también habló de las versiones que apuntaban a EE.UU por colaborar con la flota británica a través del traspaso de información de inteligencia. 

"Ellos dicen que lo hacen en función de antiguos tratados. Si asisten a los barcos, no asisten a las partes; o asisten a las partes, o asisten a los barcos, en cuyo caso damos por terminada nuestra actuación con ellos. Han dicho que no lo harán, y tal es así que viene hoy Haig a Buenos Aires, razón que explica que ha decidido continuar una estricta neutralidad, y eso ha sido ratificado por el gobierno americano", dijo al respecto el diplomático del gobierno de facto.

La reunión entre Costa Méndez y Haig sería la antesala para la conversación que luego mantendrían el entonces presidente de la Junta Militar, Leopoldo Fortunato Galtieri, y Reagan. La ex primera ministra del Reino Unido, Margaret Thathcher, había calificado de "crucial" la llegada de Haig a Argentina.

"Siempre hay otros medios, pero yo estoy casi persuadido de que no se va a ir con las manos vacías. Porque es un hombre inteligente, porque tiene sentido de la equidad, y porque a EE.UU le interesa enormemente la paz: le interesa la paz en función de sus relaciones en el Atlántico Norte, y le interesa en un sentido vertical en América del Sur. Creo que va a hacer grandes esfuerzos y tengo confianza", ratificó el titular de Cancillería sobre el rol de Haig.

Después de su encuentro con Costa Méndez, Haig mantendría reuniones con Galtieri y múltiples autoridades de la Junta Militar. Su objetivo era regresar a Washington con una propuesta de cese de conflicto para acercar a la parte británica.

Sin embargo, el reconocimiento de soberanía sobre las islas que pedía Argentina le sería imposible de mediar con los ingleses. La instancia de negociación siguiente fue la convocatoria al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Aunque fue promulgado a favor de la Argentina, EE.UU apoyó al Reino Unido en el marco de la OTAN.