La periodista canadiense tenía una idea muy clara cuando comenzó a filmar "Captive", el documental que relata el escape de las jóvenes secuestradas por el grupo fundamentalista islámico Boko Haram: regresar a la cotidianeidad luego de ser capturada era algo utópico. Las muchachas habían sido obligadas a casarse con sus captores para tener sus hijos, que a su vez también estaban destinados a ser entrenados dentro de la secta.
Melissa Fung sabía que "volver a la normalidad" era imposible; en la sociedad rural nigeriana es costumbre estigmatizar a las víctimas de violación y muchas veces no se las deja volver a su vida anterior. "Me obsesioné, tenía que encontrarlas", dijo en una entrevista con The Guardian. Sabía que las chicas necesitaban de una voz que las identificara sin sufrir ningún proceso de revictimización a la hora de hablar de su experiencia. Ella había pasado por eso; en 2008 había sido capturada mientras trabajaba como corresponsal en Afghanistán, y luego de liberarse, expuso su experiencia en el libro "Bajo un cielo afghano".
Los medios de comunicación, ansiosos por publicar el episodio, no tuvieron ningún tipo de consideración para con ella. "Una vez una periodista me dijo durante una conferencia de prensa 'Así que te violaron. ¿Cómo fue eso?'. Me dieron ganas de darle una cachetada", contó la periodista. Fung declaró que por eso mismo no descansó hasta encontrar a las supervivientes del secuestro de Boko Haram: no quería que las jóvenes fueran revictimizadas en favor de las "noticias".
Su documental sirvió para darle voz e identidad a tres supervivientes de esos procesos de secuestro por grupos islámicos, además de mostrar qué sucede a la hora de reintegrarse a la sociedad. Para ello, Fung les reveló toda su experiencia a las chicas, con el fin de encontrar un lugar común empático y protegerlas de una realidad que poco haría por comprender lo que sucede luego de este tipo de situaciones. "Compartir lo que nos sucedió hizo que todo se sintiera mejor", declaró la periodista.
¿Qué pasa con una víctima de delito sexual luego de una denuncia?
Durante el 2020, Argentina recibió 29.706 comunicaciones al 144, la línea de denuncia a la violencia contra la mujer. Los operadores derivan los casos a los Centros Integrales de la Mujer (CIM) -que funcionan por comuna y horarios restringidos- y a la Oficina de Violencia Doméstica (abierto 24 hs). Si bien el CIM pone énfasis en el acompañamiento de las víctimas durante un período de tiempo, esto no significa que su realidad cambie y que el circuito social de la víctima interprete correctamente un trauma de esta índole.
La misma Fung admitió que muchas veces el problema es "lo que sucede después" de estos actos de violencia, por miedo al estigma cultural. "Muchas mujeres terminan negando la realidad de lo que les sucedió. Yo definitivamente lo hice, aún cuando tenía redes de contención como un buen trabajo, una pareja que me apoyaba y el mejor terapeuta especializado en Canadá. Ahora, podés imaginar lo que podría llegar a pasar con las chicas", explicó.