La Justicia investiga la falsificación de ropa de marca en La Salada

La Justicia ordenó investigar cómo es la red de confección, compra y venta de ropa de La Salada, la gran feria de Ingeniero Budge.

La Cámara Federal solicitó una investigación exhaustiva sobre una red de producción, adquisición y venta de ropa de marcas falsificadas en La Salada.

En la causa se investiga a una mujer por comercializar prendas deportivas apócrifas, las cuales afirmó haber comprado en la feria de La Salada, en Ingeniero Budge, Lomas de Zamora. La acusada aseguró no tener conocimiento de que la compra y venta de estos productos fuera ilegal.

La investigación

Según la Cámara Federal, "aún quedan líneas de investigación pendientes en relación a otros eslabones de la red de confección, compra y venta de las prendas".

Los jueces evaluaron que no es suficiente limitarse al último eslabón de la cadena, es decir, los revendedores individuales, ya que existen otros sectores a investigar en relación a la producción y venta de estas prendas. 

Por otra parte, la investigación destacó que si bien se encontraron prendas de vestir y otros elementos de venta en la casa de la acusada, la Cámara Federal consideró que es necesario profundizar en la investigación de la red completa de producción y venta de estos productos ilegales.

Ropa de marcas falsificadas

Durante su declaración indagatoria, en el Juzgado Federal de Comodoro Py 2002, la acusada de vender ropa deportiva falsa con logos de marcas reconocidas argumentó: "El lugar no reviste ningún tipo de peligro. ¿Por qué debería pensar entonces que lo que allí compro no es legal?".

La imputada ofrecía la mercadería en publicaciones de redes sociales y la policía secuestró las prendas durante un allanamiento en su domicilio en la ciudad de Buenos Aires.

En este contexto, los jueces Martín Irurzun, Roberto Boico y Eduardo Farah revocaron el procesamiento de la imputada y le dictaron falta de mérito, argumentando que no existía posibilidad de confusión entre la mercadería que vendía y la original.

Según la defensa, la conducta era "atípica", sin dolo ni perjuicio a los titulares marcarios y consumidores. Los jueces consideraron que la información disponible "impide sostener una lesión de relevancia al bien jurídico que está detrás de las normas penales de la citada ley", debido a la cantidad y forma de distribución de los productos, el nivel organizativo y el contexto que rodeó a los eventos.