Un hombre ciego recobró parcialmente la vista gracias a una terapia innovadora. Sucedió en Francia: mediante la inyección de una proteína sensible a la luz que se encuentra en las algas, es la primera vez que esta técnica −llamada optogenética− se aplica en humanos y permite obtener una recuperación parcial de la función visual. Este acontecimiento determina un precedente en el mundo de la investigación.
El paciente, de 58 años, había perdido su visión a causa de una enfermedad genética degenerativa llamada retinopatía pigmentaria. Luego de haber transitado el ensayo clínico, según un informe presentado en la revista Nature Medicine, el hombre obtuvo la capacidad de localizar y tocar objetos, cuando antes solo podía percibir la presencia de la luz. Con el objetivo de dar tiempo al organismo para producir la proteína en cantidad suficiente, siete meses después el hombre se sometió a nuevas pruebas y a una serie de ejercicios, equipado con gafas específicas dotadas con una cámara que facilita la proyección de imágenes de color ámbar sobre la retina del paciente.
Este acontecimiento representa un avance innovador en materia de ciencia: el mismo permitiría mejorar la vida de miles de personas a lo largo y ancho del mundo. La retinitis pigmentaria o retinopatía afecta a una de cada 3500 personas, según indica la base de datos de Orphanet. Pueden presentarse síntomas a cualquier edad, con una frecuencia de aparición mayor entre 10 y 30 años.