Renunció el viceprimer ministro del Reino Unido: era investigado por acoso laboral

El viceprimer ministro del Reino Unido, Dominic Raab, presentó su renuncia al cargo luego de que se iniciara una investigación en su contra por acoso laboral.

El viceprimer ministro del Reino Unido, Dominic Raab, presentó su renuncia al cargo. La decisión del funcionario llegó luego de que se conociera una investigación en su contra por acoso laboral a empleados y funcionarios de su cartera.

"Creo que los hallazgos contradictorios que expone (la investigación) son erróneos y sientan un peligroso precedente para la conducta de un buen gobierno", se defendió Raab en una carta publicada vía redes sociales.

La renuncia de Raab

La dimisión del funcionario, que también fue ministro de Justicia, llegó cuando la investigación por acoso fue presentada al jefe de Gobierno, Rishi Sunak.

En la misma, se detalló que Raab tenía una actitud "irracional y persistentemente agresiva" con sus dirigidos y que a los funcionarios se les hacía "difícil trabajar con él por su carácter abrasivo".

El renunciado enfrenta ocho cargos por presunto acoso laboral y abuso de poder hacia los trabajadores que colaboraron con él, durante su mandato como ministro de Asuntos Exteriores. Esta acusación se hizo extensiva al período en que Raab estuvo al mando como ministro de Justicia.

En la misiva en la que presentó su renuncia, manifestó su deseo de seguir brindando respaldo al gobierno de Sunak. No obstante, mostró su descontento frente a la pesquisa que llevó a cabo el abogado especializado en asuntos laborales, Adam Tolley.

La defensa de Raab

El viceprimer ministro del Reino Unido publicó una carta en la que criticó la acusación en su contra y explicó los motivos de su dimisión.

"Los ministros deben ser capaces de ejercer una supervisión directa sobre los altos funcionarios que llevan a cabo negociaciones importantes en nombre del pueblo británico (...). y de expresar críticas de fondo durante sus reuniones con ellos para poder establecer los estándares necesarios e impulsar las reformas que la ciudadanía espera de nosotros", indicó el exmandatario sobre las supuestas actitudes hacia los trabajadores a su cargo. 

"Ni arrojé ningún objeto o intimidé físicamente a nadie, ni tampoco intenté empequeñecer a nadie con mi actitud", destacó en otro de los párrafos y agregó: "Al poner el umbral tan bajo para detectar casos de bullying, la investigación ha sentado un precedente peligroso. Incentivará futuras quejas espurias contra otros ministros, y tendrá un efecto paralizador sobre aquellos que pretendan impulsar un cambio desde el Gobierno, y sobre la propia ciudadanía británica", finalizó.