El Gobierno de Milei quiere apurar las reformas llamando a sesiones extraordinarias en diciembre

El gobierno de Javier Milei ha confirmado su intención de convocar a sesiones extraordinarias en el Congreso entre el 10 y el 31 de diciembre, con el objetivo de aprovechar el recambio legislativo para aprobar una serie de reformas clave.

La agenda será ambiciosa: el Presupuesto 2026, reformas laborales, tributarias y penales se perfilan como los temas prioritarios, y se espera que la oficialización de la convocatoria se publique en los próximos días en el Boletín Oficial.

En una declaración reciente, Manuel Adorni, recién designado jefe de Gabinete, adelantó que la primera discusión en el Congreso será sobre el Presupuesto, para luego continuar con las reformas consideradas “fundamentales” por la Casa Rosada.

Este anuncio no solo marca el ritmo del gobierno, sino que también deja claro el intento de Milei por imponer una agenda fuertemente definida desde el Ejecutivo, con el Congreso como un mero escenario para ejecutar lo previamente dictado desde el poder central.

El pasado martes, la comisión de Presupuesto del Congreso aprobó el dictamen de mayoría, impulsado por el oficialismo con el apoyo de los aliados del PRO y la UCR. Durante esa reunión, el ministro del Interior, Diego Santilli, comenzó a mover piezas para asegurarse de que el debate se lleve a cabo después del 10 de diciembre.

Por su parte, la oposición ya advirtió que intentará acelerar el debate, pidiendo que se trate la próxima semana. Sin embargo, la estrategia del gobierno parece orientada a aprovechar al máximo el nuevo escenario legislativo.

En paralelo, el clima interno en el gobierno de Milei sigue siendo tenso. A pesar de la calma pública, siguen circulando rumores sobre reacomodamientos dentro del gabinete, en medio de fricciones entre las distintas facciones libertarias y los socios del PRO. El propio Adorni ha intentado despejar cualquier duda sobre una crisis interna, asegurando que "no atraviesan crisis internas", a pesar de que ya se han registrado varias renuncias dentro del gabinete desde que Milei asumió la presidencia.

En este contexto, Adorni, además de asumir la jefatura de Gabinete, ha confirmado que seguirá siendo el portavoz presidencial, aunque con un formato más flexible, sin conferencias diarias. Esta decisión también marca una diferencia con la gestión anterior, que se caracterizaba por una comunicación más estructurada.

Sin embargo, la relación entre la Casa Rosada y el fundador del PRO, Mauricio Macri, no parece ser la más fluida. Cuando se le consultó sobre las críticas del ex presidente, quien cuestionó su falta de experiencia, Adorni respondió con una frase lapidaria: "Le jugó una mala pasada la nostalgia".

Un comentario que, si bien breve, subraya la creciente distancia entre Milei y los referentes históricos del PRO, mientras el presidente avanza en su plan de reformas sin mayores concesiones a las viejas estructuras políticas.