Un día como hoy, hace 18 años, fallecía de un paro cardiorespiratorio María Gabriela Epumer, una de las mujeres más importantes del rock nacional. De gran talento para tocar el bajo y la guitarra, nacida en Villa Devoto el 1 de agosto de 1963, tuvo una vida breve pero intensa. Criada en una familia de músicos, Epumer comenzó a componer desde muy chica, llegando a zapar a los doce años con Pedro Aznar y David Lebón, que eran amigos de su hermano Lito. Su versatilidad técnica la llevó a debutar con 16 años en el primer disco solista de María Rosa Yorio. Luego fue una de las integrantes Viudas e Hijas de Roque Enroll, la primera gran primera banda de rock & pop de mujeres en el rock argentino. Allí desarrolló su impronta compositiva junto a Mavy Díaz, Claudia Sinesi y Claudia Rufinatti a la par que causaron un verdadero fenómeno de convocatoria a través de hits de los años 80, como Lollipop, Solo nos quieren para eso y Bikini a lunares amarillos.
“Leo el diario una vez por semana. La verdad es que la vida real no me interesa mucho. Me gusta más la otra”, fue una de sus frases que reflejan la ironía y el universo creativo de la cantante. Epumer ganó pronto reconocimiento de sus colegas y participó en grabaciones junto a Fito Páez, Luis Alberto Spinetta y Celeste Carballo. El talento musical la llevó a ser convocada por Charly García, para que forme parte de su banda, en 1993. Al año siguiente, grabó junto a Charly dos de sus hitos: La hija de la lágrima y el MTV Unplugged, en 1995, seguido de una gira por Estados Unidos y Latinoamérica.
Por esos años, Epumer desarrolló en paralelo su carrera solista, con Señorita Corazón, su primer álbum solista, publicado en 1997. La cantidad de recitales y producciones en conjunto con otros artistas, la mantenían en actividad constante. A pesar de esto, en el 2000, grabó Perfume, su segundo y último disco solista que contó con participaciones de Fito Páez, Charly García, Robert Fripp, Fernando Samalea y Richard Coleman. "María Gabriela es un faro, no sólo por su legado musical, sino por su calidad humana", la recordó Mavi Díaz, una de sus amigas y colegas. Su fallecimiento la sorprendió en lo más alto de la carrera, pero su música quedará por siempre.