José Chatruc: "La sexualidad en el fútbol es tabú"
Visibilidad Trans: la identidad de género en el censo
Reconocer lo "cis" y visibilizar lo trans
Estela Díaz: "La rosca política la sigue liderando el varón"
Alba Rueda, entre las 100 mujeres más influyentes del año
Nuevas masculinidades: ¿Qué son los "micromachismos" y cómo detectarlos?
Violencia de género: un problema transversal a todas las clases sociales
El legado de la militancia de Micaela García
Este 9 de agosto, la joven y militante Micaela García cumpliría 26 años. Hace cuatro años que no está. Su femicidio, a manos de una persona condenada a nueve años de prisión por violación, que contaba con el beneficio de libertad condicional, dio lugar a la Ley Micaela.
"Hemos estado trabajando con tres diputadas nacionales que tenían proyectos de Ley Micaela en los medios de comunicación y que nos convocaron para armar un equipo de trabajo y escuchar nuestra mirada al respecto. Se llegó a presentar una propuesta de los proyectos unificados y en breve va a haber una Ley Micaela en los medios de comunicación", contó Néstor, padre de Micaela, en conversación con la columnista de género Paula Giménez.
Néstor García recordó cómo la inacción y la falta de conocimiento y compromiso de los distintos aparatos del Estado derivaron en el femicidio de Micaela, así como el de tantas otras mujeres. "Nosotros con la ley comenzamos a tomar conciencia real de que con capacitación el femicidio de Micaela se podría haber evitado. Comenzamos a contar lo que decía porque los medios nacionales la contaron parcialmente", dijo.
La militancia de Micaela García
"Comenzamos a conocer mucha de la actividad política de Micaela como militante del Movimiento Evita cuando ella ya no estaba. Un compañero que militaba la diversidad subió un posteo y contó que con Micaela estaban presentando un proyecto de cupo laboral trans en Municipio de Concepción del Uruguay. Es un gran orgullo, pero también es mucho dolor y nostalgia por lo que podría haber sido como dirigente política", contó Néstor.
Tarde a Tarde se emite por la pantalla de IP de lunes a viernes de 17 a 20, con la conducción de Agustina Díaz e Ignacio Corral.
Este 9 de agosto, la joven y militante Micaela García cumpliría 26 años. Hace cuatro años que no está. Su femicidio, a manos de una persona condenada a nueve años de prisión por violación, que contaba con el beneficio de libertad condicional, dio lugar a la Ley Micaela.
"Hemos estado trabajando con tres diputadas nacionales que tenían proyectos de Ley Micaela en los medios de comunicación y que nos convocaron para armar un equipo de trabajo y escuchar nuestra mirada al respecto. Se llegó a presentar una propuesta de los proyectos unificados y en breve va a haber una Ley Micaela en los medios de comunicación", contó Néstor, padre de Micaela, en conversación con la columnista de género Paula Giménez.
Néstor García recordó cómo la inacción y la falta de conocimiento y compromiso de los distintos aparatos del Estado derivaron en el femicidio de Micaela, así como el de tantas otras mujeres. "Nosotros con la ley comenzamos a tomar conciencia real de que con capacitación el femicidio de Micaela se podría haber evitado. Comenzamos a contar lo que decía porque los medios nacionales la contaron parcialmente", dijo.
La militancia de Micaela García
"Comenzamos a conocer mucha de la actividad política de Micaela como militante del Movimiento Evita cuando ella ya no estaba. Un compañero que militaba la diversidad subió un posteo y contó que con Micaela estaban presentando un proyecto de cupo laboral trans en Municipio de Concepción del Uruguay. Es un gran orgullo, pero también es mucho dolor y nostalgia por lo que podría haber sido como dirigente política", contó Néstor.
Tarde a Tarde se emite por la pantalla de IP de lunes a viernes de 17 a 20, con la conducción de Agustina Díaz e Ignacio Corral.
Nuevos paradigmas en torno a las masculinidades
31 años sin la pluma de Manuel Puig
Pocas son las plumas que pueden describir la identidad humana como lo hacía Manuel Puig. El escritor, que falleció el 22 de julio de 1990, demostró que la literatura siempre puede sorprender y que las palabras escritas no son más que una herramienta de conducción para los cuestionamientos que la sociedad no se anima a preguntar en voz alta.
Puig nació en 1932 en General Villegas, una localidad argentina que enseguida le quedó pequeña. Sus coetáneos reconocen que su frenesí mental lo llevó al cine en búsqueda de narrativas que lo encandilaran. Esto pudo encontrarlo en Italia, cuando estudió en el Centro Sperimentale di Cinematografía que lo alejó rápidamente de los empaquetados de Hollywood para enseñarle a pensar en un código alternativo (y por qué no, subversivo).
Una nueva forma acercarse a los lectores
Esa enseñanza la invocó con La traición de Rita Hayworth, una novela que se presentó con la intención de que los lectores se sientan absortos en el diálogo interno de los protagonistas. La escribió al mudarse a Nueva York y fue una premonición de las reglas que estaría destinado a romper en cada una de sus obras.
Boquitas Pintadas (1969) y The Buenos Aires Affair (1973) demostraron que el coloquialismo literario lograba hacer concreta la unión entre lector y escritor. Puig entendió que en ese código se podían replicar las inquietudes de una sociedad que se enfrentaba a regímenes militares. Fue por estas representaciones que debió exiliarse a México, ya que la Triple A amenazó de muerte a este escritor que tanto cuestionaba los paradigmas "clásicos".
El resto de sus obras arrastran todas estas preguntas en un laberinto que Puig supo construir de manera sensual. El aclamado escritor ya había ingresado al campo de la literatura argentina e inclusive tras la publicación de El beso de la mujer araña también captó la atención internacional. Su obra, que siempre tuvo un tinte transmedial, se convertiría en una película y musical de Broadway.
Manuel Puig nunca se sintió cómodo con la crítica argentina. Sabía que si bien se lo aclamaba por su ingreso meteórico a la cultura pop del momento, los mismos que reivindicaban su literatura la reducían a una commodity:
"Creen que soy un best-seller pasajero, no un escritor. Lo mismo pasó con Roberto Arlt hace treinta años, y los que le cavaron la tumba son los mismos que ahora lo ensalzan”, le dijo entonces a su amigo Tomás Eloy Martínez.
Puig y el Frente de Liberación Homosexual
El escritor que se había animado a poner a la política y a la sexualidad en una misma prisión en El beso de la mujer araña, también cuestionaba los roles de género hace 45 años. Se oponía firmemente a la marginación de la homosexualidad y lograba transmitirlo a través de sus novelas.
Puig creía que las representaciones de género se revelaban en lo cotidiano, y esta existencia, siempre presente en el inconsciente, debía ser reconocida de manera abierta. En 1971 propuso junto al historiador Juan José Sebreli, el abogado y escritor Blas Matamoro, el poeta Néstor Perlongher y el escritor Juan José Hernández la creación del Frente de Liberación Homosexual (FLH), una de las primeras asociaciones de defensa de los derechos LGBTQI+ que entabló profundos lazos con agrupaciones feministas como la Unión Feminista Argentina y el Movimiento de Liberación Femenina.
Pocas son las plumas que pueden describir la identidad humana como lo hacía Manuel Puig. El escritor, que falleció el 22 de julio de 1990, demostró que la literatura siempre puede sorprender y que las palabras escritas no son más que una herramienta de conducción para los cuestionamientos que la sociedad no se anima a preguntar en voz alta.
Puig nació en 1932 en General Villegas, una localidad argentina que enseguida le quedó pequeña. Sus coetáneos reconocen que su frenesí mental lo llevó al cine en búsqueda de narrativas que lo encandilaran. Esto pudo encontrarlo en Italia, cuando estudió en el Centro Sperimentale di Cinematografía que lo alejó rápidamente de los empaquetados de Hollywood para enseñarle a pensar en un código alternativo (y por qué no, subversivo).
Una nueva forma acercarse a los lectores
Esa enseñanza la invocó con La traición de Rita Hayworth, una novela que se presentó con la intención de que los lectores se sientan absortos en el diálogo interno de los protagonistas. La escribió al mudarse a Nueva York y fue una premonición de las reglas que estaría destinado a romper en cada una de sus obras.
Boquitas Pintadas (1969) y The Buenos Aires Affair (1973) demostraron que el coloquialismo literario lograba hacer concreta la unión entre lector y escritor. Puig entendió que en ese código se podían replicar las inquietudes de una sociedad que se enfrentaba a regímenes militares. Fue por estas representaciones que debió exiliarse a México, ya que la Triple A amenazó de muerte a este escritor que tanto cuestionaba los paradigmas "clásicos".
El resto de sus obras arrastran todas estas preguntas en un laberinto que Puig supo construir de manera sensual. El aclamado escritor ya había ingresado al campo de la literatura argentina e inclusive tras la publicación de El beso de la mujer araña también captó la atención internacional. Su obra, que siempre tuvo un tinte transmedial, se convertiría en una película y musical de Broadway.
Manuel Puig nunca se sintió cómodo con la crítica argentina. Sabía que si bien se lo aclamaba por su ingreso meteórico a la cultura pop del momento, los mismos que reivindicaban su literatura la reducían a una commodity:
"Creen que soy un best-seller pasajero, no un escritor. Lo mismo pasó con Roberto Arlt hace treinta años, y los que le cavaron la tumba son los mismos que ahora lo ensalzan”, le dijo entonces a su amigo Tomás Eloy Martínez.
Puig y el Frente de Liberación Homosexual
El escritor que se había animado a poner a la política y a la sexualidad en una misma prisión en El beso de la mujer araña, también cuestionaba los roles de género hace 45 años. Se oponía firmemente a la marginación de la homosexualidad y lograba transmitirlo a través de sus novelas.
Puig creía que las representaciones de género se revelaban en lo cotidiano, y esta existencia, siempre presente en el inconsciente, debía ser reconocida de manera abierta. En 1971 propuso junto al historiador Juan José Sebreli, el abogado y escritor Blas Matamoro, el poeta Néstor Perlongher y el escritor Juan José Hernández la creación del Frente de Liberación Homosexual (FLH), una de las primeras asociaciones de defensa de los derechos LGBTQI+ que entabló profundos lazos con agrupaciones feministas como la Unión Feminista Argentina y el Movimiento de Liberación Femenina.
9 años de marcar historia con la Ley de Identidad de Género
El 2 de julio de 2012 se expidió un decreto reglamentario que puso en marcha la "Ley de Identidad de Género", un proyecto votado por unanimidad por el Congreso Nacional y marcó historia reconociendo las identidades trans. Pero a pesar del hito nacional e internacional, las personas no heteronormativas existieron en la humanidad desde el principio de los tiempos.
Desde los primeros registros de la historia se habla de cuerpos distintos y personas que "no encajaban" en la normativa de género establecida. Para las tribus de norteamérica, se las conocía como "berdache" (o dos espíritus), en centroamérica como "tida wena" y como mugawe en Kenia. El precedente eurocentrista se fija en los códices griegos donde se recapitula la historia y establecen la existencia de personas que traspasan la comprensión dual de género.
Aunque el mundo tardó siglos en entenderlo, al menos en Argentina fue el primer país en reconocer la potestad de las personas en ser reconocidas con el género de preferencia, desapegado de biologisismos arcáicos. En 2011, el Congreso aprobó la Ley de identidad de Género promulgada por el decreto N° 773/2012 del Poder Ejecutivo Nacional en el 2012.
La ley 26.743 estableció que el Registro Nacional de las Personas debe permitir modificar el nombre, la imagen y el sexo registrado en los documentos de identificación de los individuos, además de garantizar que aquellas personas que decidan realizar una operación quirúrgica que determine de esa manera su identidad deben ser contemplados en las obras sociales que le corresponden.
La primera persona trans en conseguir su DNI fue la actriz Florencia de la V, quien pudo contraer matrimonio con su documento femenino a través del registro civil en el 2011. En el 2007, Luana fue la primera niña trans en ser reconocida por el estado con género femenino, después del pedido su familia quien peleó por la identidad de su hija y sigue militando por el reconocimiento de las infancias trans en distintos espacios del país.
¿Qué otros países sudamericanos tienen una Ley de Identidad de Género?
El informe de Mapeo Legal Trans 2019 mapeó a 96 países de los 143 pertenecientes por la Organización de las Naciones Unidas que reconocen la autodeterminación de las personas y la actualización de sus documentos. En sudamérica son:
- Argentina
- Uruguay
- Brasil (no existe una ley específica, pero sí el reconocimiento del cambio para las personas trans mayores de 21)
- Bolivia
- Ecuador
- Colombia
El 2 de julio de 2012 se expidió un decreto reglamentario que puso en marcha la "Ley de Identidad de Género", un proyecto votado por unanimidad por el Congreso Nacional y marcó historia reconociendo las identidades trans. Pero a pesar del hito nacional e internacional, las personas no heteronormativas existieron en la humanidad desde el principio de los tiempos.
Desde los primeros registros de la historia se habla de cuerpos distintos y personas que "no encajaban" en la normativa de género establecida. Para las tribus de norteamérica, se las conocía como "berdache" (o dos espíritus), en centroamérica como "tida wena" y como mugawe en Kenia. El precedente eurocentrista se fija en los códices griegos donde se recapitula la historia y establecen la existencia de personas que traspasan la comprensión dual de género.
Aunque el mundo tardó siglos en entenderlo, al menos en Argentina fue el primer país en reconocer la potestad de las personas en ser reconocidas con el género de preferencia, desapegado de biologisismos arcáicos. En 2011, el Congreso aprobó la Ley de identidad de Género promulgada por el decreto N° 773/2012 del Poder Ejecutivo Nacional en el 2012.
La ley 26.743 estableció que el Registro Nacional de las Personas debe permitir modificar el nombre, la imagen y el sexo registrado en los documentos de identificación de los individuos, además de garantizar que aquellas personas que decidan realizar una operación quirúrgica que determine de esa manera su identidad deben ser contemplados en las obras sociales que le corresponden.
La primera persona trans en conseguir su DNI fue la actriz Florencia de la V, quien pudo contraer matrimonio con su documento femenino a través del registro civil en el 2011. En el 2007, Luana fue la primera niña trans en ser reconocida por el estado con género femenino, después del pedido su familia quien peleó por la identidad de su hija y sigue militando por el reconocimiento de las infancias trans en distintos espacios del país.
¿Qué otros países sudamericanos tienen una Ley de Identidad de Género?
El informe de Mapeo Legal Trans 2019 mapeó a 96 países de los 143 pertenecientes por la Organización de las Naciones Unidas que reconocen la autodeterminación de las personas y la actualización de sus documentos. En sudamérica son:
- Argentina
- Uruguay
- Brasil (no existe una ley específica, pero sí el reconocimiento del cambio para las personas trans mayores de 21)
- Bolivia
- Ecuador
- Colombia
Los llamados al 144 aumentaron un 13%
En el primer trimestre del año, los llamados a la Línea 144 de atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género, aumentaron un 13% en el primer trimestre de este año, en comparación con el mismo período del 2020. Según los datos recabados por la Dirección Técnica de Registros y Bases de Datos del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD), entre enero y marzo de 2021 se recibieron 27.357 llamados, un 12,9% más con respecto al primer trimestre del año pasado.
De esos llamados, el 93% fueron realizados por hechos de violencia dentro del hogar, mientras que el 2% se hizo por hechos relacionados con violencia institucional y un 1% a la laboral. En tanto que el 4% restante correspondió a otras modalidades como violencia contra la libertad reproductiva, violencia obstétrica, violencia mediática y violencia pública-política, entre otras.
La Línea 144, creada en 2013, es atendida por equipos interdisciplinarios compuestos por profesionales del Derecho, la Psicología, el Trabajo Social y otras áreas. Atiende durante las 24 horas de los 365 días del año y contempla todos los tipos y modalidades de violencia que se incluyen en la ley 26.485: física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, simbólica, política, doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica, mediática y en el espacio público.
Si sufrís o conocés a alguien que sufra violencia de género, podés comunicarte a la línea 144. Es anónima, gratuita y nacional, disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.
En el primer trimestre del año, los llamados a la Línea 144 de atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género, aumentaron un 13% en el primer trimestre de este año, en comparación con el mismo período del 2020. Según los datos recabados por la Dirección Técnica de Registros y Bases de Datos del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD), entre enero y marzo de 2021 se recibieron 27.357 llamados, un 12,9% más con respecto al primer trimestre del año pasado.
De esos llamados, el 93% fueron realizados por hechos de violencia dentro del hogar, mientras que el 2% se hizo por hechos relacionados con violencia institucional y un 1% a la laboral. En tanto que el 4% restante correspondió a otras modalidades como violencia contra la libertad reproductiva, violencia obstétrica, violencia mediática y violencia pública-política, entre otras.
La Línea 144, creada en 2013, es atendida por equipos interdisciplinarios compuestos por profesionales del Derecho, la Psicología, el Trabajo Social y otras áreas. Atiende durante las 24 horas de los 365 días del año y contempla todos los tipos y modalidades de violencia que se incluyen en la ley 26.485: física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, simbólica, política, doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica, mediática y en el espacio público.
Si sufrís o conocés a alguien que sufra violencia de género, podés comunicarte a la línea 144. Es anónima, gratuita y nacional, disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.